Reflexiones dominicales embrutecidas.

domingo, 26 de abril de 2015

Vosotros, los vuestros y lo vuestro.

Vosotros que ganasteis la guerra y la democracia. Vosotros que copáis los hemiciclos de las vergüenzas. Vosotros, sanguijuelas de diputaciones, garrapatas de autonomías y estatuas del museo de cera del Senado. Vosotros, abusones de poder sedientos de sangre y abusones de sangre sedientos de poder. Vosotros, adalides del pragmatismo chapucero y enemigos íntimos de la utopía. Vosotros, abanderados de la hipocresía que guardáis con vehemencia un extenso arsenal de enlomados  puñales con mango de oro y hojas de acero inoxidable oxidadas. Vosotros, comerciales de ideas, explotadores de confianzas y prepotentes de lo absoluto. Vosotros, interioristas de palabras cuya forma maquilláis cual puta y cuyo fondo pervertís cual putero. Vosotros, telepredicadores del ejemplo, sacerdotes de la falsa moral, patriotas de la falsa moneda. Vosotros, trocadores de la ética por lo legal y de las promesas por mentiras. Vosotros, ladrones comunitarios y crueles asesinos de la ilusión. Vosotros, esclavos de la corrupción, funámbulos de la justicia y orgullosos abonados del perdón y del indulto. Vosotros, habilidosos púgiles que esquivan los duros golpes dimisionarios. Vosotros, señores tenebrosos de la opacidad, mortífagos de decisiones, malhechores de la transparencia. Vosotros y los vuestros.

Los vuestros que copan los semicírculos de las encuestas y los resultados. Los vuestros, empedernidos consumidores irresponsables, activa militancia indignada de inactiva indignación, cómplices del expolio popular y de las pérdidas socializadas. Los vuestros, fanáticos electorales indiferentes al delito. Los vuestros, supervivientes de la estabilidad y amantes de la comodidad. Los vuestros, admirados mudos del ejecutivo, temerosos del cambio, alarmistas de la revolución. Vosotros, los vuestros y lo vuestro.

Vuestro es el sistema. Vuestro es el dinero. Vuestra es la patria, la nación y el país. Vuestra es la democracia y el gobierno, la mayoría simple y absoluta, la ley y el orden, las caretas y los uniformes, los consejos y las asambleas, las secretarías generales y los patios particulares. Vuestro es el circo mediático, las televisiones y los periódicos, las tertulias y los artículos de opinión, las verdades a medias y las mentiras a trozos, los focos de atención y los faquires que de puntilla pasan sobre las brasas de vuestra hoguera. Vuestra es la dirección del dedo que apunta, vuestro es el puesto de asesor, vuestra es la peoná que entra por la urna y la dignidad que pasa por el aro. Vuestro es el hambre en el que otros mandan. Vuestros son los beneficios del eterno combate que nunca lucháis y que, por lo tanto, nunca perdéis. Vuestra es la culpa. Vuestro es el pasado y el presente. Nuestro es el futuro, la ilusión y la esperanza. Nuestro, de los nuestros y de nosotros.

Violadores del Verso - ¿Qué te importan todos los demás?

Feliz domingo.


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