Reflexiones dominicales embrutecidas.

lunes, 4 de noviembre de 2013

A la puta carrera

(3 de noviembre de 2013)

Quería dedicar el post de hoy a la puta carrera que estudio, la puta carrera que estoy a punto de terminar y la puta carrera con la que mi país ha hecho honor a su fama de pícaro y me ha estafado, porque resulta que mi puta carrera de cinco años (más otro de proyecto, es decir, seis en total) es equiparable a nivel europeo a un puto grado de cuatro años sin máster ni opción a doctorado. Para leer con detalles los pormenores de este engaño masivo de ingenieros y licenciados recomiendo esta entrada de Rafa Pacheco: http://www.rafapacheco.com/2013/10/se-buscan-ingenieros-y-licenciados.html

Aunque algo de esto ya había llegado a mis oídos por varios comentarios de un buen amigo y compañero de la puta carrera (que además es muy aficionado a correr carreras) que tuvo que emigrar a Noruega y las pasó canutas para que entendieran su título de Ingeniero Superior en Telecomunicaciones tan español que incluso lo  firma el rey Don Juan Carlos de Borbón. Pero el chaval, cabezota y trabajador, consiguió un trabajo acorde a sus estudios y ahora vive como le dijeron hace años que vivía un ingeniero. Es una pena que se haya marchado, porque el tío tiene talento, pero ya no me extraña el éxodo de grandes cerebros al extranjero. Hablando desde la más pura experiencia personal, conozco a otro buen amigo y compañero (también de la puta carrera) que en su último año de proyecto también se ha ido a Alemania, lugar donde ya otros compañeros (los mejores de mi promoción) llevan años haciendo carrera. Son gente inteligente que supieron huir a tiempo de las paupérrimas condiciones laborales de este país de serviciales vasallos y, gracias a que además de listos son competentes y luchadores, saltaron todos los escollos que les pusieron hasta alcanzar cierto grado de dignidad profesional. Por cierto, que esta fuga de cerebros ha sido ya solucionada con el tijeretazo que el ministro Wert le ha pegado a las becas Erasmus. Es de lógica, si no saben lo bueno que hay fuera, se quedarán dentro para siempre.

Pero lo más irritante de esta historia es que esos mismos cuya inopia e inacción provocan que nuestra puta carrera profesional sea una puta carrera de obstáculos incluso después de licenciarnos  e incluso en otro país, después escapan a la puta carrera de la puta Carrera de San Jerónimo para poder coger el tren o avión que les lleve directo a sus vacaciones de puente de Todos los Santos (o de todos sus muertos, como queráis). Y, para más inri, su prepotencia les hace indignarse con nuestra indignación argumentando, desde el más puro victimismo, que trabajan mucho y que tienen derecho a pasar el puente en su casa con su familia. Señores diputados del Congreso, me dirijo a ustedes para decirles que mis amigos y compañeros exiliados, muchos más productivos y honrados que ustedes, también deberían tener el derecho de ver a sus familias en vacaciones, sin embargo, en un acto de movilidad exterior sin precedentes, todos pasaron el puente conociendo culturas extranjeras , ya que su viaje en tren o avión no lo pagamos entre todos los españoles, y bien saben ellos que no se puede vivir por encima de las posibilidades... ¿verdad?


Feliz domingo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario