Reflexiones dominicales embrutecidas.

sábado, 2 de febrero de 2013

CUESTIÓN DE FE (Carta abierta a Mariano Rajoy)


Quien me conoce sabe que soy una persona bastante escéptica y que suelo desconfiar de todo aquello que no vaya acompañado de pruebas y argumentos sólidos. No soy agnóstico, soy un ateo convencido y mi fe brilla por su ausencia. 

Después de esta última semana en la que el periódico El País ha destapado mediante pruebas gráficas y verosímiles una auténtica red de corrupción entre las esferas más altas del PP, partido del que usted es presidente y que actualmente se encuentra gobernando España, usted, que me aseguró que siempre iba a dar la cara, ha tardado tres días en salir a recitarnos un deprimente discurso, tanto en forma como en contenido, sin opción a preguntas de la prensa y escondido detrás de una pantalla de televisión. 

Es cierto que este mismo diario publicó hace unas semanas una foto falsa de Hugo Chávez, la cual no tardaron en demostrar MEDIANTE PRUEBAS que esa foto había sido sacada de un vídeo de una operación a otro personaje parecido al presidente venezolano. Usted, señor Rajoy, junto a Cospedal, Soraya y compañía, me han estado repitiendo estos días que toda esa documentación en manos de El País es falsa, que todo es una conspiración contra el Partido Popular y que no les consta que estén podridos de los pies a la cabeza. Pero no lo demuestran. Para que les creamos se limitan a apelar a nuestro carácter benevolente, el cual mágicamente ha de otorgarles la confianza que, para mi, nunca tuvieron y que para otros tantos en este país han perdido. Porque pedirme confianza es pedirme lo que no me da. Cada vez que tengo que realizar una gestión burocrática necesito justificaciones, autorizaciones compulsadas, títulos, fotocopias, etc... para demostrar todo lo que afirmo en dicho trámite. Y ahora que le han pillado con un cuchillo ensangrentado en la mano junto a un muerto por puñaladas en el suelo, me cuenta que no es lo que parece y que confíe en su palabra. Usted quiere que realice un acto de fe. Me pide confianza, usted, el mismo hombre que me dijo que no subiría el IVA, el mismo que me aseguró que no iba a recortar en Sanidad y Educación. Me pide confianza, usted, aquel que dijo que no iba a subir los impuestos si ganaba, ese buen hombre que no iba a tocar las pensiones y que negó el rescate bancario horas antes de irse a un partido de fútbol. Me pide confianza usted, desde su partido, ese que me aseguró que el 11-M era culpa de ETA, aquel que se refirió a la catástrofe natural más importante de los últimos años de España como unos hilillos de plastilina. Me pide lo que no me ofrece, igual que me exige sacrificios y solidaridad mientras usted sigue paseándose en un caro coche oficial, viviendo en un palacio y cobrando un sueldo muy superior al de cualquier ingeniero o científico de este país. 

Lo siento señor presidente, pero no puedo ofrecerle mi confianza. De hecho, pienso que toda persona que aún confía en usted y en su inocencia tiene graves deficiencias mentales provocadas por una patología fanática y, aun a riesgo de estar equivocado, creo que usted y su partido estan tan llenos de mierda que no me queda otro remedio que exigirle su dimisión inmediata como presidente y pedirle su entrega voluntaria a las autoridades de este país para que la Justicia se comporte como tal y actúe en consecuencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario