Reflexiones dominicales embrutecidas.

domingo, 25 de noviembre de 2012

Ser o parecer, esa es la cuestión

(del 19 al 25 de noviembre)

Training Day es una película que trata de un policía corrupto llamado Alonzo, interpretado por Denzel Washington en una sublime actuación que le valdría el Oscar. Cuenta la historia de cómo  “entrena” en un día a un novato e iluso policía (Ethan Hawke) y le enseña la dura realidad de la vida. Hay una frase a destacar que le dice Alonzo al joven rookie: “Lo que importa no es lo que sabes, sino lo que puedes demostrar”. Mantengamos la idea y mantengamos términos para adaptar la frase a la sociedad actual: “Lo que importa no es lo que eres, sino lo que puedas aparentar”.


Hay una enorme diferencia entre ser y parecer. Por ejemplo, España intenta parecer un país democrático, solvente y moderno, y realmente es un estado policial retrógrado, católico, apostólico y español. Y esto del ser y parecer ocurre a todos los niveles, desde el escalón a ras del suelo hasta la cúspide de la pirámide de clases. Desde el obrero que vota a la derecha para aparentar que es rico hasta el multimillonario que dona dinero a ONG's para aparentar que es solidario. Desde el PSOE que intenta aparentar ser socialista hasta el PP que intenta aparentar no ser tan facha. Desde el sindicalista que te habla de trabajo sin haber pegado palo al agua en años, hasta el apolítico despreocupado que se deja los cuernos todos los días. Desde el patriota que mataría por su país, pero no duda en evadir impuestos, hasta el que no moriría por ninguna bandera, pero aporta con honradez lo que le corresponde y lucha por un país mejor. Desde el católico solidario que se queja cuando ve a gente rebuscar en la basura (porque da mala imagen, claro), hasta el peligroso indigente que no duda en compartir lo poco que consigue rebuscando en la basura. Desde el que cuida el caballo e intenta aparentar ser el dueño, hasta el dueño que intenta aparentar que él cuida a su caballo. Desde el catalán independentista que intenta aparentar no ser racista para captar el voto musulmán, hasta el musulmán que lo vota por intentar aparentar ser catalán de toda la vida. Desde el cultureta gafapasta con libro bajo el brazo que en la intimidad de su casa no duda en sintonizar Telecinco y ver La Voz (y si ve MHYV o Gandía Shore es para reírse nada más) hasta el niño listo que intenta no destacar en clase por no llevarse una paliza por empollón. España es un país que intenta aparentar riqueza y cultura y sin embargo está más que empobrecido y ahogado en la ignorancia. Y no solo España, también Catalunya, con un Artur Mas que aparenta ser el adalid destinado a canalizar el sentimiento  romántico independentista de un pueblo por el cual, como él mismo ha afirmado, no lucharía si hubiera conseguido el dinero del gobierno por un Pacto Fiscal. O el PSOE, que mientras cae al vacío no para de repetirse "hasta ahora todo va bien, hasta ahora todo va bien..." sin ver el pellejazo que está por venir. O Marhuenda que se deja la piel en hacer que su folleto propagandístico pepero sensacionalista parezca un periódico.

Pero sin duda, el mayor ejemplo de "oro parece plata no es" nos lo ofrece el Partido Popular y la forma en que hace ya un año llegó al poder: aparentando, para luego gobernar siendo. Porque parecía que a Cospedal le importaba algo los trabajadores, incluso se disfrazaba de revolucionaria con un palestino al cuello, para luego gobernar siendo una católica devota (aunque divorciada y viviendo en pecado) que sabe cuál es el papel que la Santa Madre Iglesia tiene para la mujer en esta sociedad. O como Soraya Sáenz de Santamaría, que parecía ser una mujer liberal posando de forma sensual en un reportaje de El Mundo (otra recopilación de ficciones que intenta parecer periódico) para luego ponerse la mantilla como Cospedal y gobernar siendo una machista más. O Gallardón, que en cuanto ha gobernado se ha quitado la máscara de psuedoprogresista para introducir una nueva y renovada justicia elitista de copago y poner también, como el resto de su gobierno, a la mujer en su sitio prohibiendo el aborto. O Fátima Báñez, que se esfuerza en aparentar saber algo de empleo sin haber trabajado en su vida. También tenemos a Ana Botella, que sale a pasear la cara simulando que le importan algo las 4 muertes del Madrid Arena y en plena crisis se va 4 días de relax a Lisboa. Pero de toda esta criba de apariencia popular, se salva el líder del partido Mariano Rajoy, ya que él no sólo parece tonto, además, lo es, y aunque parecía que arreglaría España no se dio cuenta de lo very difficult que era todo esto.

En conclusión, parecer es no ser. Y yo, la verdad, prefiero ser a parecer, por eso no cuido mi imagen ni mido mis palabras, porque no quiero vivir en la mentira y en la falsedad de aparentar.


Feliz domingo.

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