Reflexiones dominicales embrutecidas.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Toma el Dinero y Corre

(del 3 al 9 de septiembre)

Hay un refrán que dice que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Yo lo ampliaría un poco y añadiría que el español es el único hombre que tropieza veinte veces con la misma piedra y sigue sin enterarse de dónde carajo está la piedra en el camino.

Resulta que la crisis se ceba especialmente con nuestro país por la famosa burbuja inmobiliaria que inflaron bancos y empresarios de tres al cuarto con un pensamiento cortoplacista y egoísta. Básicamente vieron que todo ese negocio de construir casas, urbanizaciones y centros de ocio hasta el  infinito generaba dinero rápido y creyeron que no existía el límite de la plaga de ladrillo que extendían por toda la península. Basamos el modelo productivo de este país en el turismo y en la construcción, es decir, en servir al extranjero rico cuando viene aquí de vacaciones y en levantar moles de hormigón con precios desorbitados haciendo unas nefastas previsiones de compra y ocupación. Y los constructores cogieron el dinero ganado y se largaron cuando la población se quedó sin recursos para seguir consumiendo esa falsa idea que nos vendieron. El dinero que ha salido de España en estos primeros 8 meses del año asciende a la cantidad de 219.817, 4 millones de euros (un 22% del PIB). Nos han saqueado, engañado, estafado. Llegaron, se forraron, nos endeudaron y nos dejaron toda su mierda, que en lenguaje neoliberal se denomina activos tóxicos, pero que sigue teniendo el mismo olor putrefacto por muy bonito que se maquille al concepto.

Hasta aquí queda expuesta la causa del gran problema llamado crisis de este sistema. Ya es tarde para poder evitar la catástrofe y ahora toca aportar soluciones y prevenir de que no vuelva a ocurrir lo mismo. ¿Y qué soluciones se les ocurren a nuestros políticos? Pues fácil, volver a vender nuestra alma al diablo y poner el culo ante un magnate fascista estadounidense que quiere construir su particular ciudad del vicio europea en nuestra capital: Madrid. 


Bienvenido Mr. Adelson, haga usted lo que quiera en esta tierra cuyas leyes se cambian para que usted se sienta cómoda mientras engrosa su descomunal fortuna. Y encima, la Generalitat catalana, gobernada por unos infantiles CiU, contestan con un "y yo más" y preparan un macrocomplejo de ocio y parques temáticos justo al lado de Port Aventura. Genial ¿verdad? Su visión de futuro es reducir recursos en Educación y Sanidad e invertir de nuevo en ladrillo y turismo, olvidándose de fiascos como el parque Warner, Terra Mítica, Isla Mágica, los Estudios de la Luz, Marina d'Or, Polaris World Murcia... Proyectos que hicieron reventar de dinero los bolsillos de sus constructores e inversores que vendían sus altas expectativas y que se han largado en cuanto la cosa se ha puesto chunga.

Pero no es solo la poca viabilidad económica de un proyecto, es su pensamiento y sus gustos únicos de minoría mayoritaria impuestos al resto de la población (mayoría aplastante) lo que realmente me jode. No sé si conocéis la playa virgen y paradisíaca de Valdevaqueros en la localidad de Tarifa (Cádiz).

Pues resulta que quieren construir otro macrocomplejo turístico para ricos, destrozando así todo el turismo de camping que quiere alejarse de la civilización y su vida rápida y que es asiduo a este entrañable rinconcito de la provincia de Cádiz. No les ha bastado con cargarse el 80% del litoral español desde Salou hasta Marbella. No tienen suficientes urbanizaciones vacías y paseos marítimos de cemento superpoblados que quieren destruir hasta el último rincón costero que aun posee un mínimo de decencia natural.

Me revienta escuchar a altos mandatarios decir que hay que dar seguridad y confianza al mercado y a los inversores... y no se dan cuenta de que hay inversores de los que no te puedes fiar ni un pelo, inversores que no son más que estafadores disfrazados de empresarios que llegan con una gran sonrisa y una billetera cargada de preciosas promesas y se van con una sonora carcajada y un sucio maletín de cuero que rebosa dinero negro.

Pero así ha sido España desde que es España, esa gran nación que inventó el género literario (y humano) de la picaresca. Y nos gusta generar confianza aprovechándonos de esos ricachones que llegan a nuestro país sin darnos cuenta de que los hijos de puta que vienen a estafarnos y que están un nivel por encima de nuestra picaresca acaban engañándonos y robándonos, y los honrados que sí vienen a aportar su granito de arena se van en cuanto ven la plaga de cleptomanía y tozudez de este país en el que reina el "para que se lo lleve otro, me lo llevo yo".

Tengo clarísimo que mientras que nuestro modelo productivo no deje de basarse en ser esclavos de los extranjeros poderosos y súbditos de grandes proyectos de magnates, seguiremos igual. Pero lo más grave es que aparte del dinero hay algo con más valor que también se está largando por patas de este país: los cerebros. Grandes talentos en los que nuestro país ha invertido dinero educación y becas y ahora tienen que irse al extranjero para poder vivir con un mínimo de dignidad después de años de estudios e ilusión. Solo espero que todos esos ingenieros, científicos y currantes que están emigrando, vuelvan algún día a este país y empapen cada rincón con su cultura y sus nuevas ideas que jamás fueron escuchadas por esa España mayoritaria a la que le gusta ser la puta de las fortunas.

Y es que este país me recuerda bastante al ladronzuelo de tres al cuarto interpretado por Woody Allen en la película Toma el Dinero y Corre, gran comedia de este genio que os recomiendo si queréis pasar un buen rato.


Feliz domingo.

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