Reflexiones dominicales embrutecidas.

domingo, 19 de agosto de 2012

El síndrome de los Reyes Magos

(del 13 al 19 de agosto)

Hace ya algunos meses que, no sé cómo, di con este vídeo de Youtube del cantautor Anicet Lavodrama con el que me siento totalmente identificado y en el que vi reflejados muchos de los pensamientos que tengo sobre toda esta mierda de crisis que parece haber pillado gustillo a jodernos y que se siente cómoda ante nuestra parsimonia. La crisis no se irá hasta que no la echemos nosotros, y de este nosotros me gustaría excluir a nuestro presidente Mariano Rajoy cuyas soluciones consisten en ver pasar las horas y esperar a que todo se arregle solo. Y aunque esta táctica (descrita perfectamente por Rosa Maria Artal en este artículo: "Rajoy, la estrategia del percebe") de momento no le ha salido nada mal (así ha llegado a presidente), no es el método idóneo para enfrentarse a los problemas (o eso es lo que me han enseñado durante toda la vida mis padres, amigos, profesores de instituto y de facultad, libros, chistes y películas).



Anicet Lavodrama refleja muy bien en este vídeo lo que yo he denominado el síndrome de Los Reyes Magos. Me explico: mi generación ha crecido siempre con la ilusión de que la noche del 5 de enero venían los Reyes y te traían montones de regalos para disfrutar el resto del año. Eso que deseabas con todas tus fuerzas aparecía en el sofá de tu salón o debajo del árbol el día 6 por la mañana y lo único que había que hacer era ser bueno y portarse bien. Creo que no exagero si digo que la infancia de mi generación ha sido la más feliz y libre de todas las infancias de todas las épocas de España. Pero crecimos y llegamos a la adolescencia, lo que trajo consigo el consecuente descubrimiento de la mágica ficción real y la mini-depresión que supone saber la verdad de que los Reyes son los padres. Aún así, no perdimos la ilusión del todo y la tradición de los regalos siguió, ganando parte de esa ilusión los padres, ya que poco a poco fuimos cogiendo el hábito de convertirnos nosotros en Melchor, Gaspar o Baltasar y ponerles algún detallito también. (Creo que la Noche de Reyes que le pones el primer regalo a tus padres es  cuando das el primer paso hacia la madurez)

Pues un engaño parecido es el que hemos sufrido al pasar de la adolescencia a la juventud. Nos dijeron: "estudiad y sed honestos que eso os dará una vida feliz. Trabajaréis en algo que os guste y os reporte el dinero necesario para vivir con dignidad y poder comer bien, compraros un piso, un coche e incluso algún caprichito acorde a vuestros gustos". Y nos lo creímos... y ahora vemos una sociedad en la que tenemos estudios de sobra, pero en la que existe una preocupante falta de trabajo.  Y la ilusión se quiebra un poco más cuando ves que el poco que hay es en condiciones precarias y con salarios bajos. Incluso aquellos que buscan aprobar una oposición y tener un trabajo para toda la vida que les dé seguridad, han visto como sus sueños y esperanzas se van con unos presupuestos generales o con un decreto-ley aprobado por una mayoría absoluta cuya mayoría no es más que una minoría mayoritaria y cuya absolutez es tan ficticia como los Reyes Magos.

También nos criaron diciéndonos que vivíamos en democracia, que España había pasado una dictadura muy dura, que la transición había sido todo un éxito y que teníamos que estar agradecidos de haber crecido en libertad. Y también nos creímos esa verdad a medias, pero no contaron con que nuestra generación, antes de chocar contra ese duro muro llamado realidad, tuvimos (y aún tenemos) la gran suerte de haber viajado casi más que nuestros padres con la mitad de edad. Ya sea por becas Erasmus o por becas MEC, por amigos que se van a estudiar o a trabajar a Londres, Francfurt o a Estocolmo por una semana, un mes, un año o toda la vida... la mayoría de estudiantes hemos podido comprobar el funcionamiento de otros países europeos y nos hemos dado cuenta de que Spain is different... tanto para bien, como para mal. Y es nuestro deber denunciar todo eso que nos parece que está mal hecho en este país. 

Cierto que somos hijos de la comodidad, pero como bien reza esa frase tan presente en las manifestaciones del 15-M, no seremos padres del conformismo. Es cierto que hemos tardado en despertar, pero ya nos han echado el cubo de agua que nos hacía falta para espabilar. Es aquí y ahora cuando tenemos que poner las cartas sobre la mesa y tomar el control. La gente que nos gobierna y que decide nuestro futuro son el pasado. Más de la mitad del Congreso y del Senado se pierde ante la tecnología del iPad que se les entrega y que, en teoría, facilita su labor (por cierto, que en vez de un iPad les podrían dar una tableta Samsung con sistema libre Android, ya que está tan de moda la austeridad y ahorrar, que se apliquen el cuento los políticos ¿no?). Pero mi generación es la que ha sufrido el boom tecnológico y la que ha tenido que enseñar a sus padres a utilizar un ordenador, un móvil o internet... y sin embargos vemos como son ellos los que ahora nos ponen leyes, límites y controles sobre estos avances tecnológicos de los cuáles la mayoría no tienen ni puta idea. 

Sabemos también más idiomas que nuestra ascendencia, gracias a que también nos han dado una educación mejor, pero esos políticos decrépitos cuelgapellejos se aferran al poder y solo en casos puntuales vemos a un congresista sin arrugas, sin canas o sin el entrecejo fruncido, que hable inglés, francés o alemán. Cierto también que nos hace falta la sabiduría de los viejos, pero en estos momentos creo que más falta nos hace la imaginación de esta generación (la mejor preparada de la historia dicen) que quiere cambiar el mundo y que no nos dejan. 

Antes de acabar, hay una serie de frases de cierto personaje del siglo pasado que quiero compartir con vosotros. Os hablo de uno de los mayores culpables de que la tecnología y la ciencia avanzaran tanto durante el siglo XX y que siga ese camino exponencial durante el XXI: Albert Einstein, hombre superdotado mentalmente, curioso, reflexivo y, lo más importante, adelantado a su tiempo. Entre sus grandes citas podemos encontrar las tres frases siguientes:

"No podemos resolver problemas, pensando de la misma manera que cuando los creamos"

"Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo"

"En los momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conomiento"

Y la mayoría de todas esas ideas nuevas tan necesarias vendrán por parte de gente que no tenga tan inculcado en su cerebro el sistema y funcionamiento del mundo pasado y actual... Cierto es que en sus conocimientos y sabiduría debemos buscar los errores que no queremos cometer de nuevo, pero en nuestras mentes jóvenes y lúcidas está el cambio que el mundo pide a gritos. Se acabó que se nos siga etiquetando como Ni-Ni's, perroflautas, hippies, soñadores, terroristas o como quieran llamarnos. Como decía este año Juan Carlos Aragón: "... o te levantas con 20 o con 40 estás muerto...". Total, para desilusionarnos y aceptar todo el orden impuesto nos queda el resto de nuestra vida. Y puede que en unos 20 años acabemos haciendo nuestro el precioso discurso de Jesús Quintero en el siguiente vídeo, pero ahora mismo, aquí y ahora, me quedo con esa genial frase de Salvador Allende que dice:

"Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica"


Feliz domingo.

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